En esta oportunidad, se buscó promover el aumento en el consumo y variedad de frutas y verduras, con la finalidad de estimular la salud y prevenir problemas alimentarios.
Desde las etapas más tempranas de la vida hasta el fin de la adolescencia se configuran los hábitos alimentarios que marcarán, en la edad adulta, preferencias y aversiones definitivas. Esos hábitos van a influir de forma positiva o negativa no sólo en el estado de salud actual, sino que serán promotores de salud o riesgo a enfermar en las etapas posteriores.
Los chicos aprendieron la importancia de comer frutas y verduras de diferentes colores por su alto contenido en vitaminas, minerales, fibra, entre otros así como también la necesidad de consumir, al menos, 3 frutas por día y 2 verduras.
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